Ramos Campeón de la Cichero – Planteo o épica?

Épico:

Que es fruto del coraje, esfuerzo o heroísmo y es digno de ser ensalzado.

En la Plaza Bomberitos, allá por la calle Acha y Pueyrredón en Ramos Mejía, un niño le preguntó a su padre:

– Papá, por que a Ramos le dicen El León del Oeste?
– Cuenta la historia que Ramos Mejía A.C. ganó su mote de “León del Oeste” tras vencer a Lucero por 4 a 0 en la primera final Huerguista de la historia. En ese entonces, ambos eran equipos jóvenes pero Lucero jugaba en V y se presentaba candidato, no obstante Ramos no dio lugar a dudas, y aplastó a su rival en un partido histórico… Épico tal vez?

La filosofía de Ramos no contempla la épica como una alternativa en Hattrick. Ramos fue un equipo que fue forjando sus logros en base a la obsesiva planificación del CEO en cada partido. “Se gana categóricamente o no se gana”, se ha escuchado decir al CEO en sus oficinas mientras se tomaba su típico Glenmorangie on the rocks. “La épica en Hattrick NO existe. Punto.”, sentenció cada vez que pudo…

Ramos venía de perder la Huergo T75 a manos de Lucero. El golpe, por supuesto, era fuerte, y las derrotas seguían resonando, sobre todo aquella denominada por el clásico rival como “épica” donde con un jugador menos por la expulsión del Negro y en clara condición de desventaja, Lucero empató el partido, e inmediatamente tras la expulsión de Tom Bocanelli lo dió vuelta. Donde los de Villa Urquiza veían épica, Ramos veía un “error en la matrix”.

Pero Septiembre vendría con aires de cambios para Ramos, y el primero fue la sorpresa de la Héroes. El dinamismo de la copa no permitía planificar a detalle, y las opciones eran limitadas, pero los resultados fueron muy favorables, con muchas definiciones en los últimos minutos. Ramos conseguiría un histórico tercer lugar en una histórica campaña. Épica campaña? El CEO mira a su vaso, revuelve los hielos y toma un trago. No contesta.

En este contexto, y tras vencer a Mantecas en un partidazo, Ramos llegó a la final de la Copa Cichero, contra su clásico rival. En un partido donde no se puede regalar nada, y tras dejar ir al Polaco, sin dudas el mejor mediocampista de Ramos en el 2020 y una de las figuras de la liga, El León diseñó un partido quirúrjico para enfrentar al campeón de la Huergo. “No hay lugar para las sorpresas, menos contra Lucero” murmuró el CEO en voz alta mientras el Pirata Mumford preparaba al equipo.
En un marco fenomenal, con un Tita Mattiusi colmado pese a la lluvia, el Pirata planteó un partido, a priori, muy bueno. Un 4-4-2 con una personal al Negro Zublena que nadie se vio venir, hizo que el dominio de Ramos en el mediocampo sea aún mayor al planeado, y que el ataque Lucerense se viera fuertemente mermado pese al poder de fuego del mismo. “No hay lugar para sorpresas” seguía repitiendo el CEO mientras le brillaban los ojos al ver lo bien que iba el plan del Pirata. Pero…

Minuto 22. Albert Bogman empuja violentamente a un rival y se gana la roja directa. La muralla de Ramos se cae por la izquierda y el plan perfecto ya no parece tal. Menos aún cuando en el minuto 32 Pedone ingresa por el hueco que dejó Bogman y pone el primero del partido… Y peor aún cuando “Supermarket” Wengi convirtió el segundo, nuevamente por la derecha. Ramos se iba 0-2 abajo al descanso, con un jugador menos. El equipo estaba destruído, y el CEO completamente desesperanzado. El partido era irremontable… Salvo, que HT “apriete el botón”.

El segundo tiempo sería el mas raro que habría jugado Ramos en su historia. Ramos estaba inexorablemente destinado a un 3-5-2 devenido en 2-5-2 debido a la falta de Bogman. Era un “a todo o nada” con olor a suicidio. Pero en el minuto 60 ocurre algo que cambiaría el rumbo del partido: Lucero se mueve a un 4-5-1 que le juega completamente a favor a Ramos ya que no mejora su mediocampo y además baja fuertemente su ataque, mitigando la falta del defensor lateral. Y entraría Lukas Gaziaux, ese que supo amargar a Real Bebal en la Huergo. Este mismo sería quien descontaría, tras un cabezazo fallido del Niño Velardez. Luego entraría De Fonseca y Ramos se defendería con la posesión, y con el corazón. Hasta que llegaría lo que nadie esperaba…

En el minuto 72, Reno Testelmans, aquel que llegó a reemplazar al Polaco, pero aún sin el rodaje adecuado, tras una pared define entre las piernas del arquero y pone el 2-2 parcial. Ramos, sorprendido, tenía una oportunidad, aunque seguía expuesto en la defensa y cualquier ataque de Lucero podría terminar en gol.

Minuto 88, el referí da un minuto de adición. Nos vamos a tiempo extra? Todo depende de lo que haga el Torito Paladino, que a los 89 minutos tiene una oportunidad de oro con un tiro libre en sus pies. El Torito, que había fallado muchos penales en la Huergo pero había estado infalible en la Héroes, acomodó la pelota con mucha calma. Miró al arquero, y a la barrera. Se secó la lluvia de los ojos, tomó carrera, y disparó. La caprichosa realizó una comba inesperada, superó a la barrera y se clavó en el ángulo del Brujo, el mejor Arquero de la Huergo. El Tita Mattiusi se enmudeció, lo que permitió escuchar el grito de gol del CEO desde el palco. Ramos daba vuelta un 0-2, con un jugador menos. Y así terminaría la historia, Ramos levantaría una nueva Copa Huerguista frente a su eterno rival, en el partido mas emocionante (e inverosímil) que le haya tocado vivir.

Habían pasado ya los festejos y las premiaciones, los equipos se estaban retirando del estadio. En la zona mixta, un periodista increpa al CEO:
– Que nos puede decir de este triunfo épico del León?
El CEO, pensó unos segundos y respondió:
– Fue un partido extremadamente bien planteado, en donde el equipo supo sobreponerse a las adversidades y seguir el plan de juego a la perfección, por eso se ganó. Nunca creí en la épica en Hattrick…
El CEO siguió caminando unos pasos más y frenó. Volvió a mirar al periodista fijamente, suspiró en tono reflexivo y luego esbozó:
– Hasta hoy…
Y sin decir mas se retiró…