Mantecas Martínez SUPER

Un filósofo contemporáneo dijo hace no mucho tiempo atrás “Cada uno hace el ridículo como quiere”, y si será cierto. Tomando parte de ese concepto y rearmando la frase se podría decir también “Cada uno festeja lo que quiere (y puede)”. Esa fue la idea de esta nota.

En tiempos donde la Federación Huerguista parece estar próxima a su fin (mucho más que ante aquel peligro de inicio de Copa Huergo temp. 78) y Real Bebal convertido en el equipo del momento, no es poca cosa haber podido festejar otro título como ser la SUPERCOPA de campeones. Aún cuando llegamos a jugarla sin haber sido campeones de nada en la temporada. Repasemos:

La Copa Huergo la lideró Bebal de inicio a fin. E incluso cuando trastabilló dejando algunos puntos sobre el final, le alcanzó para hacerse con el título por 2 puntos de diferencia sobre los Galácteos. 2 puntos que bien se podrían haber subsanado si Ferroviario no hacia de las suyas en la fecha 2 o si Joyce no se perdía en su oficio religioso y enviaba a tiempo la planilla de la alineación completa con 11 jugadores en la fecha 4 contra el mismo Bebal. Y esto último no es un dato menor, ya que este fue probablemente el primer torneo donde 5 de los 8 equipos llegaron a no presentar alineaciones: sumado a los ya conocidos SUF y SFC, el cada vez más frecuente Fuzz y el recientemente devenido en reseteado Lucero 🙁

Posteriormente vino el momento de la MaMadO, donde luego de las sendas eliminaciones de SUF y Ramos, Mantecas llegaba a la final para enfrentarse con quién más sino Bebal. En una movida arriesgada y finalmente fatal para las aspiraciones coperas, la dirigencia había transferido a su arquero titular Rapushaj y le tocaba al Muro Muratori volver a calzarse los guantes para salir a defender el arco del primer equipo. Lo que siguió fue una digna final de MaMadO: el partido resultó un espectáculo vistoso para el público donde ambos equipos fueron a buscar la victoria y el marcador fue cambiando de dueño a lo largo de los 90 minutos. Efectividad total para Bebal para el triunfo final, reclamos al Consejo de Fútbol mantecoso y a disputar la revancha en forma de Supercopa.

En esta última competición, Mantecas se hinchó los huevos y salió a la carga barracas desempolvando su viejo 253. Así y todo a pesar de los 2 goles del local, Bebal contaría con 2 situaciones por la banda desprotegida que le darían el empate para forzar la definición en tiempo adicional. Allí no habría alteraciones en el score, a lo que seguirían los… PEEENALESSSSS! Segunda ocasión donde ambos contrincantes definían al ganador desde los 12 pasos. Bajo los 3 palos galácteos se encontraba el vasco recién llegado Etxezahar, del lado bebaliano el viejo conocido Banbury, que como aquella vez no tuvo “la chispa adecuada” y no logró detener ningún disparo. Mantecas por su parte había saneado su déficit de más de 1 temporada sin pateador calificado de pelota parada y convirtió con los nuevos Varela y Frank, a los que se le sumaron Jasemi (quien fuera encargado de esos tiros con su humilde formidable hasta la llegada del angoleño), el sólido y ya histórico Negro Uña y para cerrar el mismísimo Etxezahar. Del otro lado, a sabiendas de tratarse de un equipo que había pasado por ese entrenamiento específico, acertaron los canteranos Romero, Picasso y Montserrat pero cuando le llegó el turno al experimentado Petrelli su técnica no fue suficiente para mandarla adentro y eso fue el fin de la cuestión. Mantecas supercampeón, máximo ganador del certamen por encima de Dr. Fuzz y así llegar a los 13 títulos oficiales. Nada mal, entonces cómo no festejarlo?

Algo más que nos dejó estos enfrentamientos? Sí, la sucesión de hechos entre los minutos ’65 y ’70 donde Bebal supo capitalizar las distracciones del rival luego de efectuar los cambios y le sirvió para convertir en ambos encuentros.

Algo más que nos dejó la temporada? Sí, la Copa Canteras!!! Donde Mantecas ganó La Llorona en una final contra el mismísimo organizador y responsable del nombre de la competencia. Se puede decir que lo privó de obtener su propia copa así como había sucedido con Pelotazo en contra y su copa homónima en tiempos de antaño. O sea, nos dedicamos a romper las bolas.

Falló la organización en decretarnos un WO en la primer fecha cuando ni habíamos sido notificados formalmente, pero nos vengamos y nos llevamos la copa a Ciudad Jardín. Ja!

Dirigente anónimo

Para cerrar, los dejamos con algunos refritos. Imagenes que podrían haber sido tapa de esta devaluada pero siempre meritoria publicación.